Esos hombres y mujeres que desafían el intenso sol de Cuba y tiñen sus vestiduras con el color de la tierra, así como los que hacen nacer y crecer los animales destinados al consumo alimentario en la nación, merecen una especial felicitación hoy en el Día del Trabajador Agropecuario.
En la provincia de Ciego de Ávila, por sus fértiles tierras, miles de ciudadanos se dedican a las tareas de la agricultura y la pecuaria, quienes tendrán hoy su jornada el merecido homenaje por lo que su labor incide en la vida y el desarrollo social.
Aunque cursan tiempos difíciles en la isla y la actividad agropecuaria se ha deprimido por la falta de recursos que impone el Bloqueo, productores estatales y privados se esfuerzas en las diversas tareas que componen este sector para producir más con menos.
Las cosechas de viandas, frutas, granos, hortalizas y el aporte de carnes y huevos, es la razón del día a día de quienes les sorprende cada amanecer en los surcos, las vaquerías, las granjas y cada centro de producción.
En la actualidad este sector busca aportes tecnológicos para lograr mejores cosechas y productos naturales que hagan la función de abonos, plaguicidas, piensos… los cual de forma industrial tienen costos muy altos en el mercado mundial.
La batalla que libran estos trabajadores es producir más para ofrecer mayores opciones alimentarias a la población y poder bajar los altos precios que acompañan hoy cada producto.
Se dice que «La agricultura es el arte que enseña virtud al hombre», entonces los virtuosos que integran su fuerza de trabajo, tienen hoy el reconocimiento de la sociedad y la confianza que su labor diaria traerá los resultados esperados y muy necesarios.