Bajo el título Presencia, la exposición del fotógrafo José Julián Martí Montero ilustra hoy la impronta del Comandante Ernesto Che Guevara, cuya vida y obra marcaron la historia de las luchas revolucionarias en Cuba.
A través de una veintena de instantáneas en blanco y negro, Martí Montero redescubre al Guerrillero Heroico entre las acciones y objetos cotidianos, al tiempo que emerge entre esos artículos la imagen tomada por Alberto Díaz Gutiérrez (Korda) en 1960, actualmente una de las más reproducidas de la historia.
La muestra instalada en el Memorial de la denuncia hasta diciembre próximo, alude a la representación de la imagen del Che dentro de la narrativa visual de su pueblo, detalla la presentación del proyecto, expuesto el pasado año en México durante el Festival Cervantino.
El conjunto de instantáneas defiende la premisa de la presencia de Guevara en la actualidad, como resultado de la apropiación popular de dicha imagen, en numerosas personas, oficios, espacios y objetos en la mayor de las Antillas.
Con una formación autodidacta, el creador comenzó en la fotografía submarina (1968) y con el tiempo expandió su camino por el mundo de las instantáneas al especializarse en impresión de murales e impresión a color, como fotorreportero y cronista.
Paradigma de revolucionario, médico, ministro, economista, estadista y también diplomático, el Che Guevara (1928-1967), participó activamente en la organización del Estado cubano y asumió varios altos cargos.
El argentino-cubano fue partidario de extender la lucha armada por todo el Tercer Mundo e impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de América Latina, al tiempo que brindó sus servicios entre 1965 y 1967 en el Congo y Bolivia, y en este último país pereció ejecutado por el Ejército nacional en colaboración con la CIA el 9 de octubre de 1967.