El capitalismo no está para cooperar con los pobres, sino para exprimirlos y robarle la riqueza a los pueblos, afirmó aquí el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Durante un discurso la víspera en la noche a propósito del aniversario 44 de la constitución del Ejército nicaragüense, el mandatario expresó que las naciones imperiales no quieren que los países con recursos naturales de África y América Latina sean independientes.
Añadió que esa lucha se está librando en el mundo, cuyos tránsitos históricos son complejos y se dan en medio de enormes contradicciones, en las que se ven a los imperios invirtiendo miles de millones de dólares para tratar de arrebatarle el derecho a Rusia de lo que históricamente les pertenece.
“Ahí está unida la Organización del Atlántico Norte (OTAN), mientras en el mundo claman que se necesitan alimentos (…) ellos están invirtiendo miles y miles de millones de dólares o de euros en una guerra que no va a llegar más que a la derrota de los imperialistas de la tierra”, sentenció.
Según Ortega, el conflicto entre Ucrania y Rusia afecta también a la comunidad mundial porque alteran los precios de los combustibles y de los alimentos, lo cual hace daño a los pueblos europeos, estadounidense y al resto de las naciones del orbe.
Por otra parte, el líder sandinista se refirió al surgimiento de un mundo multipolar, cuyo principal objetivo es luchar contra la pobreza y fomentar la paz.
En ese sentido, mencionó el desarrollo del grupo Brics integrado por Brasil, China, Rusia, India, y Sudáfrica, el cual amplió su membresía en la reciente cumbre de ese bloque, que apuesta por el bienestar de los pueblos, la paz y no por promover guerra.
“Los imperialistas de la tierra siempre tratan de evitar esa integración entre naciones que quieren cooperar y se integran no para bombardear a otros países, sino que se unen para fortalecer las relaciones en el campo económico, comercial, social, político y productivo por una lucha por la paz”, destacó.
El gobernante significó que en esa multipolaridad global se juntan los pueblos desde los países más poderosos hasta los más empobrecidos para unir esfuerzos por la lucha contra el hambre, la sobrevivencia de la humanidad y en defensa del medio ambiente.
“Ahí la agenda no está para programar guerras como las que ha programado y viven programando la OTAN encabezada por los Estados Unido”, subrayó.
De igual modo, denunció las campañas mediáticas globales que difaman de los países independientes que no quieren ser esclavos.