Durante el año 2025 CUBABAT «Por la Conservación en Cuba, de los murciélagos y sus hábitats», consolidó su liderazgo en la investigación y protección de los quirópteros, valoró Yoel Monzón González, director del proyecto.

El biólogo destacó el vínculo con diversos grupos de espeleología como el “Jorge Ramón Cuevas” y el “Carlos de la Torre”, y con instituciones entre las que resaltan la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, la Universidad de Matanzas y la Empresa de Flora y Fauna, actores con los cuales desarrollaron más de una veintena de actividades científicas, educativas y comunitarias.

Bellamar, Canímar y Bacunayagua se incluyeron entre las zonas donde CUBABAT efectuó monitoreos en el año que concluye, etapa durante la cual también sus especialistas impartieron talleres de capacitación para estudiantes, principalmente de la educación superior.

Mediante el vínculo con la universidad, los profesores se han convertido en facilitadores de nuestro proyecto, con la finalidad de poder divulgar y realizar acciones educativas a favor de la conservación de los murciélagos, destacó Monzón González.

Se desarrollaron también, como parte de la línea de trabajo de educación ambiental, círculos de interés en escuelas primarias y secundarias; sobre la base de crear o desarrollar la conciencia ambiental en las nuevas generaciones; en el año se impartieron igualmente conferencias y charlas dirigidas a centros educativos y a comunidades rurales, lo que permitió fortalecer el vínculo entre la ciencia y la sociedad.

Entre las acciones más destacadas del proyecto en el 2025 resaltan el Taller CUBABAT de educación ambiental, que sesionó con la participación de especialistas nacionales e internacionales; y la participación por vez primera en los talleres de verano del proyecto Adolescentes por Matanzas, de la Oficina del Conservador de la Ciudad.

Las acciones realizadas durante el año que cierra demuestran que CUBABAT no solo protege a los murciélagos, sino que también impulsa la educación ambiental, la participación comunitaria y la investigación científica como pilares de un futuro sostenible, opinó el además espeleólogo y forense.

Como proyecciones de trabajo para el 2026, se propone el proyecto ampliar los programas de monitoreo acústico y científico en nuevas áreas; fortalecer la capacitación de jóvenes y estudiantes universitarios en técnicas sobre el manejo de murciélagos encaminado hacia la conservación de los mismos; desarrollar proyectos comunitarios que integren cultura, ciencia y medioambiente; y a la vez consolidar la cooperación internacional para estudios y protección de la biodiversidad cavernícola.