Hace solo unos días la triste noticia del fallecimiento de dos menores a causa de una descarga eléctrica volvió a recordarnos el peligro constante al que estamos expuestos, sobre todo en esta etapa del año. Aunque claramente es un peligro que puede ser minimizado.
Reconocida como la principal causa de muerte en Cuba por fenómenos naturales, la muerte por fulguración, es decir por los efectos de la electricidad atmosférica, supera con creces los números de otros fenómenos similares, mucho más extensos e intensos. Estamos hablando de fenómenos locales: las tormentas eléctricas, con una frecuencia muy alta y que se desarrollan de manera repentina. Sin embargo la gran mayoría de los casos hay que lamentar por no tomar ciertas medidas o haber subestimado la situación.
¿Le asustan lo truenos?
A muchos le asustan los truenos, aunque no son más que el sonido que produce el rayo, que por su alta temperatura genera una brusca expansión del aire, que llega a nosotros como un estruendo. Por tanto, cuando ya usted lo perciba, el rayo que lo produjo ya “cayó”.
Y los truenos lejos de asustarnos, pueden hasta ser nuestros aliados a la hora de protegernos de las descargas eléctricas. En primer lugar porque nos advierten de la cercanía de una tormenta eléctrica, aun cuando no hayamos podido percibir el relámpago (el destello de luz producido por el rayo) y en segundo lugar porque nos permiten estimar la distancia a la cual se localizan estas tormentas.
La gran diferencia entre la velocidad de la luz del relámpago y del sonido del trueno, de manera sencilla no pone en la mano una herramienta para saber qué tan cerca o lejos ocurrió el rayo. Basta con medir los segundos entre ambos eventos y multiplicarlo por la velocidad del sonido, unos 340 kilómetros por hora y tendrá con bastante precisión esta distancia. Sin no tiene a mano una calculadora, puede aplicar la regla de 1 kilómetro de distancia por cada 3 segundos, que si bien es una aproximación, el error es pequeño. Por supuesto, el mecanismo o método que usted use para medir o estimar el tiempo entre relámpago y trueno también influirá.

No baje la guardia hasta que hayan pasado 30 minutos del último trueno. Foto: AP
Meteorológicamente hablando se considera el tiempo de duración de una tormenta eléctrica desde que se escucha el primer trueno o se ve el primer relámpago y hasta unos 15 minutos después del último de ellos. Sin embargo se promueve internacionalmente, con fines de fomentar una mayor protección, lo que se conoce como regla 30-30. Si el tiempo estimado entre la descarga eléctrica y el trueno es de al menos 30 segundos, entonces tome medidas para protegerse usted y lo bienes que puedan ser afectados. Este tiempo equivale a que el rayo se encuentra a poco más de 10 kilómetros de distancia y aunque esta le parezca grande, ya no es seguro estar en un lugar desprotegido, sobre todo si está en un área abierta. Losrayos son capaces de viajar grandes distancia en la horizontal, por lo que si siente un trueno, aunque tenga sol radiante sobre su cabeza, tome las medidas de ubicarse en un local cerrado, alejado de objetos conductores de la eléctrica y nunca se refugie cerca o bajo objetos altos, como postes o árboles.
No baje la guardia hasta que hayan pasado 30 minutos del último trueno, la otra cifra que cierra esta “regla”.
También le recomiendo las recurrentes publicaciones del periodista Orfilio Peláez, que explícitamente desde su espacio en el periódico Granma llama a protegerse de las descargas eléctricas y a cuidarnos de los rayos, reproducidos en Cubadebate.