El activista brasileño del Movimiento Sin Tierra Rodrigo Suñe resaltó hoy el espacio que la Cumbre de los Pueblos Bruselas-2023 representa para la defensa de la soberanía de Latinoamérica y el Caribe.
No aceptamos más relaciones que sometan a nuestra región a un pasado neocolonial, y por eso este encuentro será de vigilancia y de presión, declaró a Prensa Latina el miembro de la Secretaría de la Asamblea Internacional de los Pueblos.
Suñe recordó que la Cumbre de los Pueblos sesionará en la Universidad Libre de Bruselas mañana y el martes, de manera paralela a la III Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Por tanto, llamaremos a unos vínculos birregionales justos y a lazos económicos y comerciales de respeto mutuo, sin imposiciones, subrayó.
De acuerdo con el dirigente social brasileño, la Cumbre de los Pueblos será también una oportunidad de impulsar procesos de articulación, unidad e integración entre luchadores por un mundo mejor a ambos lados del Atlántico.
Vamos a debatir temas de actualidad, para salir junto a los movimientos europeos articulados con confianza mutua y un camino de lucha identificado frente a los desafíos, este es un objetivo fundamental, insistió.
Suñe estimó que la vigilancia es clave desde los pueblos europeos, latinoamericanos y caribeños con la mira en alcanzar relaciones de iguales entre los gobiernos y las regiones.
Ya vimos lo sucedido en el foro de la sociedad civil, realizado aquí el 13 y el 14 de julio, en el que desde la UE se protagonizó un intento de injerencia y una falta de respeto, al convocar a ese evento sin la participación de una verdadera representación de nuestros pueblos, opinó.