El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por el gobierno de Estados Unidos limita el acceso a tecnologías, informaciones, y el intercambio con profesionales de otras latitudes, denunciaron trabajadores de instituciones científicas de la provincia de Ciego de Ávila.
Danay Rodríguez Ramos, investigadora agregada del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (Ciba), manifestó que el déficit de recursos imposibilita reproducir mayor número de plantas para restablecer la vegetación sobre las dunas costeras y sustituir especies exóticas invasoras en los jardines de instalaciones hoteleras, situadas en la cayería norte del territorio avileño.
No disponen de suficientes materiales para desarrollar un vivero que cubra las necesidades del proyecto Rehabilitación de Dunas Costeras en Jardines del Rey: alternativa para la reducción de riesgos de desastres y adaptación al cambio climático, sin embargo, este año han concebido casi dos mil posturas, de diferentes especies, para sembrarlas sobre montículos de arena, dijo.
Aludió a otras consecuencias del cerco económico contra Cuba, como la escasez de combustibles para desplazarse hacia los sitios de intervención, el déficit de herramientas de trabajo, las restricciones para acceder a libros y artículos científicos en Internet, y el costo excesivo de las publicaciones en revistas internacionales.
La también jefa del Departamento de Gestión de Riesgos del Ciba explicó que la carencia de recursos tecnológicos dificulta la realización de mediciones más precisas, la agilidad de los procesos y humanización de las labores, no obstante, logran resultados con calidad e impacto en el desarrollo económico y social.
Por no emplear equipos sofisticados en experimentos y análisis de laboratorios, múltiples revistas internacionales restan validez a las investigaciones, a lo cual se añaden costos abusivos para publicar, imposibles de pagar por instituciones cubanas.
Rafael Pérez Carmenate, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en Ciego de Ávila, refirió que, tanto el Ciba como el Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros (Ciec) sufren afectaciones como consecuencia de las restricciones que impone el bloqueo estadounidense para comercializar con Cuba.
Argumentó que se entorpece la adquisición de reactivos, medios de cultivo y piezas de repuesto para equipos de laboratorio, además de dificultarse la modernización tecnológica, condiciones que limitan la labor científica.
Asoció otros daños a la imposibilidad de acceder a informaciones y tecnologías originadas en los Estados Unidos, por tanto, se restringe el uso de recursos más eficientes, menos consumidores de energía, con mayores rendimientos y competitivos.
Los científicos cubanos no tienen acceso a bases de datos estadounidenses para gestionar conocimientos sobre el cambio climático, los recursos naturales, la nutrición animal y la meteorología, denunció.
Condenó la constante incitación para que emigren los profesionales del sector, de manera que se generen nuevos perjuicios, calculados a partir de los costos por formación y afectaciones en los servicios.
Pérez Carmenate enfatizó que el cerco imperialista obliga a realizar compras en mercados geográficamente distantes, como Asia, para adquirir tecnología, lo cual conlleva a un incremento del valor por concepto de flete.
Para la comunidad científica cubana está restringida la entrada a más de 200 sitios en Internet y existen plataformas de videoconferencias prohibidas a este país, cuestiones que impiden el acceso al conocimiento, dificultan la fundamentación de investigaciones e imposibilitan el intercambio con especialistas de otras naciones, agregó.
Las medidas unilaterales, criminales y genocidas derivadas del bloqueo del gobierno estadounidense se mantienen y recrudecen para limitar el desarrollo tecnológico, científico e investigativo en diferentes esferas de la sociedad cubana.
No son mayores las afectaciones porque contamos con investigadores y especialistas creativos, con gran sentido de pertenencia y comprometidos con las instituciones científicas y el país, lo que se demuestra en la constante innovación para afrontar carencias y solucionar problemas en diferentes ámbitos, destacó.
Reconoció el Ciba y Ciec como prestigiosas instituciones —adscritas a la Agencia de Medio Ambiente del Citma—, que enaltecen la ciencia en la provincia y el país al respaldar con su desempeño el desarrollo sostenible en sectores priorizados.