Con el compromiso de consolidar los aportes del sector científico al desarrollo económico y social del país, los trabajadores del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (CIBA) realizarán la marcha por el Primero de Mayo, desde la ciudad de Morón, en la provincia de Ciego de Ávila.
Yamilé Jiménez Peña, directora de esa institución, adscrita a la Agencia de Medio Ambiente, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, refirió la motivación del colectivo por participar en el desfile, donde presentarán iniciativas alegóricas a su desempeño en función del progreso sostenible en sectores priorizados, como la agricultura, industria y el turismo.
Subrayó que el CIBA gestiona proyectos dirigidos a rehabilitar dunas costeras en el destino turístico Jardines del Rey, y a fortalecer e integrar la reducción de riesgos de desastres y adaptación al cambio climático (ACC) en los planes de desarrollo socioeconómico del municipio de Chambas, en particular el asentamiento costero de Punta Alegre.
Se suma —añadió— el ejecutado en el Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila (GHNCA), que apuesta por el manejo integrado de ese entorno para lograr un equilibrio en el ecosistema mediante soluciones basadas en la naturaleza y comunidades, y establecer planes de conservación y uso racional de los recursos naturales.
Este último proyecto —explicó— favorecerá producciones de bienes y servicios asociadas a la acuicultura, el turismo y la agricultura; y, por ende, la elevación de la calidad de vida en comunidades situadas en el humedal (Manatí, La Pesquera, Embarcadero, El Salado, La Escondida, Manacas, Cayo Guanal y Playa de Cunagua).
También están inmersos en la realización de investigaciones sobre peligros, vulnerabilidades y riesgos (PVR), cuyos resultados aportarán a la planificación del desarrollo territorial y facilitarán la gestión de los gobiernos locales en casos de catástrofes.
Los estudios de PVR —precisó— se efectúan en coordinación con los proyectos internacionales Resiliencia Costera y Euroclima Plus, financiados por la Unión Europea y la Agencia Francesa para el Desarrollo, respectivamente, y con la participación y aporte económico de diversas instituciones y organismos de la nación cubana.
A ello se suma la prestación de numerosos servicios, incluida la extracción de especies exóticas invasoras, el raleo de canales en ecosistemas frágiles, y la realización de diagnósticos y documentos para licencias ambientales; además de brindar asistencia técnica en el tratamiento, aprovechamiento de residuales y la producción de energías renovables.
Jiménez Peña refirió, además, que en la actualidad el CIBA certifica su sistema de gestión de la calidad, proceso que contribuye a organizar, desarrollar y validar los mecanismos de trabajo de la institución y sus diferentes áreas.
La certificación técnica de los laboratorios —particularizó— representa un valor añadido a los servicios.
Al ofrecer soluciones a problemas económicos y medioambientales, adquiere cada vez más espacio y reconocimiento en sectores productivos que requieren nuevos conocimientos, transferencia de tecnologías y servicios científico-técnicos.
A sus actividades específicas se añade el cumplimiento de obligaciones sociales, que incluyen aportes a la reparación del Hospital Provincial General Docente Capitán Roberto Rodríguez Fernández y la atención permanente a la circunscripción número Cinco del consejo popular Este, en el municipio de Morón.
En la referida institución de salud asumieron enlaces reconstrucción de la Sala de Legrados, mientras en el barrio sobresalen por la integración a jornadas de limpieza y embellecimiento, la asistencia a personas y familias en condiciones de vulnerabilidad y, de manera reciente, destacaron por el apoyo a los tres procesos electorales.
Enfatizó la Directora del CIBA que la satisfacción de contribuir a la materialización del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030, y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por la Organización de Naciones Unidas, también los motiva a desfilar para continuar enalteciendo el papel de la ciencia cubana.
Denominado Centro de Investigaciones de Bioalimentos hasta el año 2022, el CIBA arribará el próximo 17 de julio al aniversario 31 de su constitución, con múltiples reconocimientos nacionales e internacionales por su desempeño en función del progreso sostenible en sectores priorizados de la economía.
En un amplio historial sobresalen la búsqueda de alternativas para producir y alimentar animales en una difícil coyuntura económica, y la promoción y aplicación de la ciencia con el objetivo de proteger el medio ambiente, lo que contempla el desarrollo de nutrientes para cerdos, ovinos y caprinos, el rescate de razas autóctonas como el cerdo criollo cubano y la producción de abonos orgánicos.