Ni agresiones ni ofensas de grupos anticubanos impidieron que centenares de personas alzaran sus voces en Miami para exigir el cese de las hostilidades que mantiene hoy día Estados Unidos hacia Cuba.
Con pancartas para reclamar que la isla caribeña sea retirada de la lista de países patrocinadores del terrorismo y en medio de gritos de ¡Cuba sí, bloqueo no!, los participantes iniciaron su marcha pacífica luego de entonar el Himno Nacional cubano.
Sin embargo, varios videos subidos a las redes sociales mostraron el hostigamiento que sufrieron los manifestantes, por parte de grupos de “odiadores” que buscan impedir una política de acercamiento entre ambos países.
“La comisión de Miami pidió a la ciudad que le facilitara una escolta pagada, un procedimiento que no debía ocurrir porque la policía debe garantizar la seguridad de manera gratuita», denunció en su cuenta de facebook el líder del movimiento Puentes de Amor, Carlos Lazo.
Refirió que le dieron evasivas y finalmente le brindaron protección a una contracaravana que se dedicó a intimidar a los activistas.
Además de los improperios, las provocaciones incluyeron la quema de una bandera cubana, frente a la inacción de los agentes del orden que menospreciaron incluso la amenaza que tal acto representa para la seguridad pública.
No obstante las agresiones, los caravanistas refrendaron su voluntad de seguir apoyando la causa cubana.
Acudimos a las tradicionales caravanas dominicales porque amamos, no porque se nos paga, “¡esto no lo para ningún muro de odio!”, insistieron.
Los principales líderes políticos de la coalición Alianza Martiana, Elena Freire y Max Lesnik, consideraron que, pese a todo, fue una jornada exitosa, donde se logró convocar y reunir a los cubanos de buena voluntad que buscan hacer conciencia para revertir las normas punitivas dictadas contra la isla desde la Casa Blanca.
“Tuvimos otro éxito de caravana, salimos con mucho entusiasmo y una vez más reclamamos el fin de estas terribles sanciones que pesan sobre el pueblo cubano y lo hacen sufrir”, declaró Freire durante una entrevista difundida en redes sociales.
Por su parte, Lesnik manifestó que esta marcha se realiza debido a “la voluntad de los cubanos emigrados que aman a su país y que quieren que Estados Unidos cambie su política de agresión”.
Queremos que el odio quede atrás, expresó, “el amor resuelve los problemas entre las personas decentes, inteligentes y en los verdaderos patriotas”.
En declaraciones a Prensa Latina, Lazo recordó que esta iniciativa solidaria liderada por su grupo se realiza el último domingo de cada mes y en esta oportunidad, además de en Miami, se organizaron acciones en las ciudades estadounidenses de Seattle y Nueva York, así como en Vancouver, Quebec y Ottawa (Canadá), y también en Panamá.
Puentes de Amor es una de las organizaciones que integra la creciente ola de rechazo que dentro y fuera del territorio estadounidense exige el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación antillana hace más de seis décadas.
El presidente Joe Biden prometió revertir las fallidas políticas hacia la isla de su antecesor, Donald Trump (2017-2021), pero dos años después de su llegada a la Casa Blanca apenas hay señales en esa dirección.
En mayo del pasado año, la administración demócrata dio a conocer algunas medidas en materia de visas, migración regular, viajes, remesas y ajustes a las regulaciones para transacciones con el sector no estatal que fueron bien recibidas; sin embargo, no tocaron la esencia misma del bloqueo.
Las autoridades cubanas expresaron en su momento que se trata de un paso limitado en la dirección correcta, pero que los anuncios no modificaban en lo absoluto el bloqueo ni las principales medidas coercitivas de las 243 adoptadas por la administración Trump.
El Gobierno de Estados Unidos mantiene a Cuba en su lista de países patrocinadores del terrorismo y en la nómina de entidades restringidas, por citar apenas dos ejemplos.