Cuando Deysi Moreno dio luz a su añorada criatura, su esposo Justo Emilio Rueda, compositor y cantante, la bautizó como su Santa. Así afloró la vida de Santa Massiel, el 8 de diciembre de 1989, en La Habana.
Aquella niña, con el avance de la edad, rondó los espacios de un sitio atípico, porque en el mismo se encontraban jóvenes con intereses artísticos: escritores, músicos, amantes de las artes visuales, de la actuación y de la danza. Aquel lugar habitado por la diversidad de manifestaciones del arte, la fuerza de la genética, y los intercambios juveniles, atraparon su atención.
El marcado interés de Santa Massiel Rueda Moreno por lo descubierto en materia musical, constituyó fuente de inspiración para enfocarse, y aprender; participó en actividades y emprendió acciones, las cuales confirmaron, además, su definida vocación.
En el encuentro Alma Creadora, en Casa de las AméricasLos importantes resultados durante la etapa de iniciación y, después, la notoriedad de la novel, la convirtieron en miembro de la Asociación Hermanos Saíz y la Brigada José Martí. Estudió Licenciatura en Instructor de Arte, en la Especialidad de Música, lo cual enriqueció sus aptitudes como cantautora.
Santa Massiel decidió exponer sus creaciones y logró, definitivamente, manifestarse a través de Motivos personales, agrupación de pequeño formato, fundada en 2011 por ella.
La agrupación se definió gracias a las necesidades sonoras de la creadora y demás integrantes. No obstante, transformó el repertorio a través de los condicionantes de la interpretación musical de la localidad, nación, e influencias foráneas. Aportaron también al desarrollo de dicho formato musical las demandas del entorno musical, o sea, las exigencias institucionales, vinculadas a la política cultural del país.
Una retrospectiva al proceso de creación de Santa Massiel y Motivos personales demuestra constancia y rigor, tanto en lo composicional como en las experimentaciones melódicas. Definen su establecido estilo, la calidad del contenido, la renovada musicalidad, y el personal tumbao.
Santa Massiel no limita el trabajo de la entidad musical solo a sus composiciones; su labor respecto al repertorio registra versiones y combinaciones de distintos géneros cubanos e internacionales, y prioriza obras de autores comprometidos con su tiempo y con el genuino legado musical de Cuba.
Festivales de trova y música fusión han apreciado la obra de esta mujer, quien entrega su música e interactúa con generaciones de trovadores y músicos de otras regiones del país. De lujo han sido los eventos en cuales Massiel formó parte de la lista de participantes, en los últimos tiempos.
Por ejemplo, Alma creadora (junio, 2024), evento organizado por Liuba María Hevia, en el que pudo compartir su quehacer musical con otras personalidades de la canción, en especial, mujeres, como Marta Campos, Yamila Díaz, y María San Felipe (México). La cantante afirmó: “Fue un encuentro muy lindo, donde pude compartir con otras cantoras. Pudimos confrontar nuestras obras entre nosotras mismas, nutrirnos de la obra de cada cual”. Interpretó parte de su obra en dos conciertos: uno en la Sala de Conciertos de Casa de las Américas y el otro en Fábrica de Arte.
Otro fue Mujeres cantoras, espacio que hizo suyo y de otras, a favor de la creación femenina, y tuvo participantes tales como Annalie López (la guantanamera), Alejandra del Risco y Yudy Herrera (ambas de Santa Clara), y también algunas amigas del Paraguay. Este devino tribuna para el avance de la canción desde la mujer.
Dentro del programa hubo una amplia representatividad de la cancionista y su clausura fue en La Brújula del Pabellón Cuba, a cargo de Santa Massiel y Motivos Personales. A raíz de estas experiencias sobre encuentros de cantoras, Santa Massiel, afirmó, respecto a cómo ella percibe la creación femenina en la trova: “De buena salud, son varias y con estilos diferentes”.
En la peña de la Pupila Afilada, espacio de Con filo y La pupila asombrada, estuvo dando, en la Casa de la Amistad, un concierto en el cual los jóvenes le pidieron canciones que hacía tiempo ella no cantaba. En otro concierto, Arte en la Rampa, en La Pérgola (Pabellón Cuba), compartió con varios músicos, con muy buena aceptación por el público.
Estuvo en más eventos, por ejemplo, Romerías de Mayo (Holguín), Canción política (Guantánamo) y Guarapachanga (Pinar del Río), este último de música tradicional popular, en el cual compartió con diversidad de géneros e intercambió con músicos.
En poco más de una decena de años de fundada, Motivos personales expresa aún sus ideales, y presenta al público temas inéditos, en su mayoría. Es decir, la insaciable necesidad de crear facilita la existencia de un amplio repertorio en constante renovación.
Precisamente, la insaciable sed de escribir textos preñados de realidad y poesía —seguidos por los hallazgos musicales— posibilitó la concreción de la peña Sobran los motivos. Es decir, surgió un espacio que logró un sello distintivo dentro de la programación cultural de la provincia, atrayendo al público joven. El encuentro de Motivos personales con su público, durante más de diez años, demostró la imperiosa necesidad de exponer criterios propios; marcó pautas en el entramado cultural avileño, pues intencionó modalidades para el diálogo obra-público.
Los eventos Trovándote y Piña Colada constituyen plazas importantes en el despliegue artístico de la cantora. En el caso de Trovándote, a su decir, “es un Festival al que aporté a su organización, entre otras cuestiones, desde mi desempeño como Presidenta de la Asociación Hermanos Saíz, en la provincia de Ciego de Ávila”.
Respecto a la pasada edición, confirmó: “En esta última reunión, celebré veinte años de canciones en el terruño avileño, así como el Centenario del Trío Matamoros, la obra del trovador Ángel Quintero, y en los homenajes a Sosa, junto al gremio trovadoresco. Participé, además, con trovadores ya consagrados de la canción, como Ángel Quintero —fundador de la Nueva Trova y amigo de Ciego de Ávila—, quien estuvo presente en mi evaluación como cantautora para entrar en el sistema profesional de la música”. Asimismo, sucedió con noveles, pues se trata del Encuentro Nacional de Jóvenes Trovadores. “Es un Festival que ha dejado huellas en mí. Considero innegable su crecimiento y lo que ha marcado, en el pueblo avileño, coincidiendo con el aniversario de la instauración de la municipalidad”.
Para Trovándote se armó de un concierto —afectado por déficit de electricidad—, pero Massiel y los suyos se quedaron, con las luces del alma: cambió un poco el repertorio porque había invitado a un guitarrista eléctrico y un bajista; adecuaron el repertorio y resultó una especie de descarga. Tuvo más de cuatro invitados, una especie de peña Sobran los motivos, pues “cuando vengo a Ciego, la reanudo”.
Definitivamente, la reciente presentación de Massiel, en los eventos culturales Trovándote y Piña Colada demostró la consistencia de una obra en constante evolución, así como de atractiva experimentación musical, creando canciones, con inteligencia y sensibilidad.
De la vida y su inagotable riqueza nos canta Santa Massiel Rueda, quien, en ocasiones, durante sus interpretaciones, intercala matices del solo, lo conversacional, con elementos tradicionales de la cancionística. En el Piña Colada hizo temas más actuales, sobre lo que acontece en su quehacer hoy. Se presentó junto a sus invitados: Samuel Cabrera Rueda, su hijo; Amaury del Río (Las Tunas), Alejandro Almora (La Habana), y los avileños Amanda Ortega (intérprete) y Jorge Luis de la Osa (percusionista).
Pero existe un ámbito donde la madre cantora, guitarra en mano, recurre a instantes de la maternidad. Aunque siente satisfacción por el crecimiento de su obra, declara que “uno de los regalos más lindos es contar con la presencia de mi hijo Samuel en cada uno de mis conciertos con Motivos Personales, cuando puede, porque aún está estudiando. Cada vez que me ve con la guitarra, que me ve inventando una nueva melodía, o escribiendo algo, él viene y se posa. Es una de las cosas que, últimamente, más disfruto”.