El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, calificó aquí de entrañables las relaciones existentes hoy entre la nación centroamericana y Cuba.
“Es una relación fraterna, de solidaridad mutua, hermandad y mucha identidad en esos procesos de lucha por la liberación nacional y solidaridad internacional”, agregó Moncada en diálogo con Prensa Latina.
El jefe de la diplomacia nicaragüense abogó por seguir los postulados de Simón Bolívar (1783-1830), José Martí (1853-1895)y Fidel Castro (1926-2016) en ese sueño de continuar el proceso de integrar y unir a América Latina y el Caribe para conformar una patria grande Latinoamericana contra el adversario común (Estados Unidos).
“Un gran impulso le dio Fidel Castro y el comandante Hugo Chávez (1954-2013) y otros jefes de Estado y gobierno de izquierda a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y otros organismos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos”, recordó.
Al respecto, el canciller significó que esos organismos son creados con patriotismo, un profundo sentimiento revolucionario y visión de futuro para la región.
“Sabemos que todos los procesos tienen momentos altos y bajos, pero se avanza hasta lograr precisamente una independencia total en el mundo”, aseveró el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno sandinista.
Al referirse a la hegemonía estadounidense y otras potencias europeas sobre países del continente, aseveró que la misma va en declive pues los pueblos están triunfando y seguirán en ese camino.
Asimismo, resaltó la importancia de la correlación de las fuerzas de izquierda en el área, y subrayó la necesidad de la unidad en la diversidad.
El titular de Exteriores de Nicaragua participó la víspera en esta ciudad en una gala político cultural en homenaje al aniversario 69 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes (1953).
Al enviar un saludo por la efeméride del presidente Daniel Ortega y la vicemandataria Rosario Murillo, el diplomático recordó cómo ese hecho, a pesar del revés militar, sirvió para concretar acciones y continuar la lucha con el fin de derrocar la dictadura de Fulgencio Batista y alcanzar la definitiva independencia en 1959.
“Ese triunfo trascendió fronteras, motivando la organización de luchas y enarbolando banderas libertarias antiimperialistas en América Latina y el Caribe”, destacó el canciller en la ciudad conocida como la capital de la Revolución sandinista.