Analizar comportamiento del Programa Materno Infantil (PAMI) en la provincia de Ciego de Ávila es tarea que ocupa por estos días a las autoridades de Salud en el territorio.
En cada municipio se evalúan acciones intersectoriales en función del programa, en el cual tiene mucha incidencia la Atención Primaria porque la detección y seguimiento del embarazo se producen en los consultorios del Médico de la Familia.
También allí son los encargados de la captación precoz, la atención integral, pregestacional, prenatal y el control del desarrollo del embarazo.
La elevada fecundidad en adolescentes constituye un verdadero desafío de la salud reproductiva y en las complicaciones más frecuentes en el parto. De ahí que sea necesario prevenirlos al igual que los embarazos de alto riesgo con labor profiláctica y educativa en la comunidad.
La atención del parto, el puerperio y del neonato corresponde a los servicios hospitalarios, donde también se impone garantizar servicios de calidad y es parte del análisis que del PAMI se hace en territorio avileño.
Las malformaciones congénitas y el bajo peso al nacer son factores que inciden en la mortalidad infantil y en muchas ocasiones tienen una relación directa.
Ciego de Ávila concluyó 2022 con una mortalidad infantil de 6,2 por cada 1000 nacidos vivos y, aunque no es un resultado destacable en el panorama nacional, sí se comportó por debajo de la media del país y este año la aspiración y el compromiso es bajar esa cifra.
Garantizar un embarazo saludable, un parto seguro y un puerperio sin complicaciones es empeño todos los factores para continuar haciendo del Programa Materno Infantil, un baluarte de la Salud cubana.