Inspirado en la bandera de Qatar, el Trofeo Jules Rimet y los desiertos cercanos a Doha, «Al Hilm» fue presentado hoy como el balón de las semifinales y la final de la Copa Mundial de fútbol.
“Al Hilm” -en árabe “el sueño”- presenta un diseño gráfico que lo distingue del “Al Rihla” -“el viaje”- usado hasta la fecha en la competición, aunque ambos comparten la tecnología vinculada a la detección del offside.
La innovación proporciona a los árbitros la posibilidad de decisiones mucho más rápidas y certeras, gracias a video datos instantáneos que, además, brindan una experiencia fluida –y hasta única- a los fanáticos.
La tecnología es compatible con el sistema semiautomático al combinar la información de la pelota -recopilada por los sensores IMU- y utilizar inteligencia artificial.
En esa línea, Johannes Holzmüller, director de la Subdivisión de Innovación Tecnológica de la FIFA, declaró que con la esférica “Adidas –compañía creadora- hace posible que el equipo arbitral disponga de un nivel de información muy importante”.
“Los datos que proporciona abren la puerta a una nueva forma de comprender y narrar las jugadas excepcionales de este Mundial”, agregó Holzmüller sobre una redonda cuyo diseño está pensado al milímetro para respetar el medio ambiente.
Asimismo, todos sus componentes fueron analizados de forma concienzuda, hasta el punto de que resulta primer balón fabricado exclusivamente con tintas y pegamentos de base acuosa.
Con el viaje en el pasado y el sueño en el futuro inmediato, Argentina, Croacia, Marruecos y Francia, vigente monarca, buscarán entre martes y miércoles colocarse a solo un paso de la gloria del fútbol en el Mundial más sui generis de siempre, pero que no ha desentonado como muchos advirtieron.