Un intercambio acerca de cómo enfrentar la violencia machista ejercida contra niñas y mujeres, ocupó este viernes el patio de la galería de arte Raúl Martínez, en la ciudad de Ciego de Ávila.
El espacio, organizado por la filial provincial de la Sociedad Cultural José Martí y por el proyecto de artesanía Manos Mágicas, conmemoró el Día Naranja, que se observa internacionalmente cada 25 de mes, para reflexionar sobre las causas y consecuencias de este flagelo.
Entre anécdotas, dudas y propuestas concretas, transcurrió el encuentro, donde también asistió una representación de estudiantes de la escuela secundaria básica urbana Julio Antonio Mella, además de artesanas y de trabajadores de diversos sectores.
Tras recibir lazos color naranja -símbolos de la solidaridad con las víctimas de la violencia machista-, confeccionados por las integrantes de Manos Mágicas, los participantes acordaron replicar estos intercambios en las escuelas del territorio.
Jorge Sarduy Zamora, miembro de la Junta Provincial de la Sociedad Cultural José Martí, consideró que todavía falta mucho por hacer en cuanto a la lucha contra el machismo y por la igualdad de género.
«A mi modo de ver, hemos retrocedido en estos temas durante los últimos años, o quizá muchos se han acomodado. En cualquier caso, hoy necesitamos difundir tanto como sea posible las herramientas jurídicas que tenemos en Cuba para hacer frente a estos fenómenos, y conversar mucho con los niños y los jóvenes: solo así lograremos cambios duraderos», explicó.
Odalys Álvarez Fernández, líder de Manos Mágicas, aseguró que tanto ella como sus compañeras acogieron con entusiasmo la idea de celebrar el Día Naranja, pues la vocación por el empoderamiento femenino ya forma parte de este proyecto, con diez años de labor.
«Manos Mágicas nace de un grupo de mujeres aficionadas a tejer, bordar, coser y confeccionar muñecas de trapo. Como teníamos en común ese gusto por las manualidades, decidimos unirnos y enseñar a otras personas estas habilidades tan antiguas.
«Así, poco a poco, el grupo ha crecido, y casi 500 personas han aprendido con nosotras este oficio, que empodera y brinda autonomía económica a las mujeres», cuenta.
Según ONU Mujeres, en todo el mundo, 736 millones de féminas –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual al menos una vez en su vida.