“El pueblo, con su voto, derrotó (…) a los racistas, odiadores, difamadores y violentos; castigó al poder mediático que pisoteó la ética periodística y practicó un periodismo indecente porque no solo fue principal impulsor de mi proscripción, en complicidad con el Gobierno de Arce y otros (…)”, escribió Morales en su cuenta de X.
Consideró el exmandatario que ese poder difundió encuestas falsas y se “parcializó con el candidato norteamericano” (en referencia tanto al ganador, el centroderechista Rodrigo Paz, como al ultraliberal y fondomonetarista Jorge Tuto Quiroga).
“Los insultados, despreciados, traicionados y humillados -escribió Morales en una crítica al Gobierno nacional-, también reprobaron a Lucho Arce, David Choquehuanca y sus ministros que ejecutaron un Plan Negro para perseguir, criminalizar y encarcelar a los indígenas (…)”.
Entre las acusaciones a sus antiguos correligionarios del Movimiento al Socialismo (MAS), el exmandatario incluyó que ellos destruyeron el Instrumento Político, se derechizaron y se sometieron a Estados Unidos en una gestión gubernamental a la que describió como “corrupta y encubridora del narcotráfico”.
Morales en su post hizo una advertencia a quienes asumirán el Ejecutivo el próximo 8 de noviembre con los 36 escaños del Senado y 120 de los 130 asientos de la Cámara de Diputados a su favor, si se suman los resultados de todas las fuerzas de derecha en la primera vuelta de los comicios generales realizados el 17 de agosto último.
“El pueblo otorga a los nuevos gobernantes el mandato para no destruir el Estado Plurinacional, con soberanía, dignidad, inclusión y justicia social; para que respete los derechos sociales, como los bonos, y la política de distribución de la riqueza del Estado; y para no traicionar la agenda de los excluidos”, concluyó el expresidente.
EL SILENCIO NO PERDONÓ
Pese a las cifras millonarias invertidas en su campaña por Quiroga, inmensamente superiores a lo erogado por el Partido Demócrata Cristiano con Paz al frente, sin dudas, los escándalos de racismo en las filas de la Alianza Libre influyeron significativamente en el desenlace de los comicios.
El 30 de septiembre último, la autenticidad de mensajes racistas vertidos en sus redes sociales por el candidato a vicepresidente de Alianza Libre, Juan Pablo Velazco, quedó reafirmada por el medio Bolivia Verifica, que así se sumó a Chequea Bolivia.
Tales textos discriminatorios contra los “collas”, término despectivo empleado en referencia a la población del occidente altiplánico del Estado Plurinacional, fueron publicados en X entre 2010 y 2012.
“Juan Pablo Velasco Dalence, candidato a la vicepresidencia por Alianza Libre, fue denunciado por emitir mensajes racistas contra los habitantes del occidente mediante su cuenta de X. Tras un largo trabajo de rastreo se estableció que dichas publicaciones son verdaderas y que se hicieron hace 15 años”, aseguró Bolivia Verifica.
Según ambos medios de verificación, en su cuenta @Jpvel, Velazco escribió cuando tenía 23 años: “¡A los collas hay que matarlos a todos!”, “Qué lindo es ver golear a estos collas de Bolívar. OP (Oriente Petrolero) es una pasión”, y, “No todos los bolivianos son collas. Saludos desde Santa Cruz”.
Bolivia Verifica, y antes Chequea Bolivia, coincidieron en que Velazco registró la cuenta https://x.com/Jpvel como su perfil oficial en X ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Sin embargo, este perfil fue dado de baja tras originarse este escándalo en medio del contexto electoral.
Ante esta situación negativa que, indudablemente debilitó la campaña electoral del binomio integrado por Velazco junto al aspirante a jefe de Estado Jorge Tuto Quiroga, Alianza Libre anunció el 30 de agosto que presentaría un comunicado en el que todo quedaría aclarado, pero nunca llegó esa “esperada aclaración”, y Velazco fue incapaz de ofrecer una disculpa.
Contraproducente resultó la estrategia de relegar al olvido con el silencio este asunto, y pretender sepultar el entuerto en las últimas semanas con las apariciones públicas de ambos candidatos vestidos con atuendos de indígenas en los actos de campaña, donde bailaron
danzas folklóricas características de las fraternidades aymaras y quechuas.
Sin embargo, como advirtió en el canal RTP la analista política Sayuri Loza, en estas acciones de propaganda política, Quiroga se limitó a presentar a la población altiplánica como una numerosa mano de obra para las inversiones de los empresarios del oriente boliviano, lo cual se sumó al efecto perjudicial de la incredulidad generada por la imagen ficticia del binomio finalmente derrotado.