Loisys Inclán, directora general de la próxima telenovela cubana, conversó con Granma, a propósito de la propuesta televisiva

Loisys Inclán no es una desconocida. Aunque se licenció en Derecho, ardía en ella una pasión a la que le dio cauce. Comprendió a tiempo que los medios audiovisuales la seducían demasiado y, después de las pruebas, pudo ingresar en la Famca y hacerse directora de cine, radio y televisión, al graduarse de la Licenciatura en Dirección en Medios Audiovisuales.

Su formación se fraguó en el proyecto Tras la huella, en el que empezó como asistente de dirección –para más tarde también dirigirlo– en el equipo que encabezara Jesús Cabrera, el maestro con quien tanto agradece haber podido interactuar.

A Loisys le debe el público cubano la dirección no solo de decenas de capítulos del policiaco, sino también la codirección de la serie El que debe vivir, sobre los atentados que le hicieron a Fidel, y que emprendió junto a Felo Ruiz. Llegó después el trabajo con Alberto Luberta Martínez, con el que codirigió la telenovela Entrega, y con la cual se estrenó en el mundo «telenovelero»; lo seguiría, en igual desempeño, Tan lejos y tan cerca, para que fuera finalmente Viceversa la telenovela con la que emprendería su primer desafío como directora general.

En conversación con Granma, Loisys, con su habitual dulzura, nos habla de Regreso al corazón, la novela que estará en el aire a partir del 16 de junio, en las noches de lunes, miércoles y viernes, de la que es también directora general.

«Ha sido un buen paso, un reto que me ha hecho crecer, porque en este camino siempre estás en total aprendizaje y crecimiento; y ahora llegó a mí una novela de 78 capítulos, que está escrita por Joel Monzón y Alberto Jaime, y en la que me acompaña Eduardo Eimil, quien ya ha trabajado conmigo».

Como la conversación tiene lugar a pocos días de la conclusión del rodaje, nos provoca saber el grado de satisfacción de su directora, ya a horas de colocar el punto final a la grabación. «Siempre es complicado decir que hay satisfacción en este proceso, porque durante la creación uno siempre quiere más, intentar más, hacer más cosas y todo tiene un límite.

«Entonces, sí tengo la satisfacción de haber logrado la telenovela, y tenemos muy claro que lo más importante es que la gente disfrute, y que cuando se siente ante el televisor, a las 8:30 de la noche, después de todo un día difícil, y aparezca el título Regreso al corazón, tenga una sonrisa y los ojos llenos de brillo, con deseos de disfrutar estos más de 45 minutos. Y un deseo tremendo de que guste».

Indagamos también en los temas, que pueden representar, por su tratamiento, determinadas fortalezas de la propuesta televisiva. Loisys nos adelanta, cuidadosamente, «a ver cómo te traduzco esto», sin que se le escape lo que, para no revelar la trama, no debe decir. «Están, en primer lugar, la familia, el amor… y hay conflictos, nuevos comienzos, tropiezos, desencuentros y encuentros.

«Hay una familia principal que tiene que ver con un negocio de flores. Eso le da una frescura visual a la obra, es decir, lo mismo estamos viendo un campo de rosas, que de girasoles o de lirios. Y se ha hecho un diseño gráfico en función, también, de dar esa diversidad.

«Esta familia tiene conflictos, situaciones e historias muy fuertes. Pero lo más importante es que siempre va a intentar, como cada familia cubana, ir adelante, y fortalecer el amor entre cada uno de sus integrantes.

«Con los hijos se han creado las subtramas. Y ahí está, por supuesto, la historia de amor de Regreso al corazón, en la que hay obstáculos, malas decisiones, situaciones muy adversas que…, veremos si realmente se logra o no se logra».

Al pedirle que nos cuente sobre las otras situaciones, Loisys argumenta que «vamos a ver una muy interesante con la enfermedad de Alzheimer, y el modo en que está tratada en esta familia. Una profesional, una profesora de Historia del Arte la padece, y su familia debe transitar por ese proceso del cuidado que siempre es tan complejo».

En otra familia, «está un muchacho que estuvo preso y deberá insertarse en la sociedad, a través de diversas formas. Y en otra, aparece una pareja homosexual que tiene un hijo adolescente. El muchacho es muy rebelde, y con él no será fácil la relación. Y hay también enredos, y hasta intrigas policiales».

Otro conflicto que aparece es el del bullying: «vemos en una secundaria a un muchacho que lo sufre, y todo el maltrato y el trauma que provoca. Y bueno, otras cosillas por ahí que, si te cuento, adelanto demasiado», nos dice, precavida, Loisys.

En el audiovisual está también abordado el tema de la mujer, «que puede desarrollarse y encaminarse con una perspectiva mejor. Veremos a la protagonista al frente de una agencia artística, con el que se le hace un sentido homenaje a los grandes actores de nuestro país, a esos que no solo han hecho telenovelas, a estos grandes actores que han formado parte de todo el audiovisual cubano, y a los cuales admiramos y queremos mucho».

Las telenovelas son altamente seguidas por el televidente cubano. Al preguntarle a esta directora si se trabaja en ellas pensando en el público, y cuáles son las expectativas que tiene con Regreso al corazón, nos dice: «Yo creo que las telenovelas cubanas tienen su público. Y lo que sí te digo es que, como género, se trabaja bastante para que sea aceptado y que la historia logre entretener, sobre todo entretener. Es decir, aunque aborde temas contemporáneos, actuales, que estén muy contextualizados en nuestra sociedad, la idea es, sobre todo, que entretengan».

Y hay un objetivo primordial: «que las personas se sienten los 45 o 50 minutos que dura cada capítulo, y se adentren tanto en la historia, que logren desconectarse de la realidad».

Sobre la música de Regreso… explica que «es original de Waldo Mendoza, con unos temas preciosos, tanto en la presentación como en la despedida, así como la que ha hecho en función de varios personajes y a la que le ha puesto mucho corazón, mucha bomba, como es Waldo, con su habitual romanticismo, y tengo mucha fe en que esa música llegue y logre robar muchos corazones».

Con Gabriela Álvarez y Enrique Bueno, en los protagónicos, y la participación de actores muy queridos por el público, Regreso al corazón está a horas de ocupar nuestras pantallas. Casi al concluir esta charla, a Loisys y a todo el equipo le deseamos éxitos, y le pedimos, si así lo considerara, que nos comentara algún detalle que, en esta ocasión, no nos hubiera compartido:

«No puedo dejar de decir que he tenido un grupo de actores que se han integrado realmente como familia, que se han sentido en la piel del personaje y lo han vivido. De ahí han surgido la amistad, el amor y una interrelación que nunca había vivido entre actores y un equipo técnico, que en este caso ha tenido un trabajo intenso, sacrificado… y estamos felices de que haya existido esa buena armonía entre todos, en estos tiempos tan difíciles».