Miles de ciudadanos turcos salieron a las calles para condenar enérgicamente el asalto naval israelí a la Flotilla de la Firmeza Global, una misión civil orientada a romper el cerco impuesto por Israel sobre la Franja de Gaza.
Convocadas por organizaciones populares, partidos políticos, sindicatos y colectivos de solidaridad con Palestina, las manifestaciones tuvieron lugar en al menos una veintena de provincias, incluyendo Estambul, Ankara, Gaziantep, Diyarbakır, Van, Erzurum y Mardin, entre otras.
En Estambul, una multitud se congregó frente a los consulados de Israel y Estados Unidos, en repudio a lo que calificaron como un acto de piratería en aguas internacionales y un crimen contra la humanidad, en referencia al abordaje violento de las embarcaciones que integraban la flotilla.
Los manifestantes, portando banderas palestinas y turcas, así como pancartas en apoyo a Gaza y a la flotilla, denunciaron el genocidio en curso contra el pueblo palestino y exigieron la liberación inmediata de los activistas detenidos por las autoridades israelíes, entre ellos 24 ciudadanos turcos.
En Ankara, capital del país, las protestas se concentraron frente a la embajada de Estados Unidos, señalada por amplios sectores de la sociedad turca como cómplice del bloqueo y la agresión israelí.
Los asistentes corearon consignas como «¡Gaza no está sola!» y «¡Abajo el sionismo!», al tiempo que reclamaron acciones concretas del gobierno turco.
Las movilizaciones se producen en un contexto de profunda conmoción en la opinión pública turca, tras conocerse que 40 de las 44 embarcaciones de la Flotilla de la Firmeza fueron interceptadas por la armada israelí, y sus ocupantes arrestados y trasladados al puerto de Ashdod, en una operación que ha suscitado condenas internacionales.
Las autoridades de Ankara anunciaron la apertura de una investigación penal por el incidente, bajo cargos de privación ilegítima de libertad, secuestro, daños a la propiedad y violación del derecho internacional.
La Flotilla de la Firmeza Global, integrada por más de 500 activistas de más de 45 países, transportaba ayuda humanitaria, principalmente suministros médicos, con destino a la Franja de Gaza, asediada por Israel desde hace 18 años.
