El incumplimiento y la morosidad en la evaluación de las innovaciones y la remuneración a sus autores por parte de direcciones administrativas, centró la atención en la Conferencia de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), en el municipio de Morón, al norte de la central provincia cubana de Ciego de Ávila.
En tal sentido violan la Ley 38 de la actividad innovadora las unidades empresariales de base de productos cárnicos y lácteos, la de energías renovables Rensol, la de los ferrocarriles y la de transportación de trabajadores Transmetro, donde los aniristas aportan soluciones y no tienen la prioridad que merecen por la demora de las comisiones evaluadoras de las inventivas y la falta de apoyo de las administraciones y de la exigencia del sindicato en esas entidades.
Todo lo contrario trasciende en la empresa constructora El Vaquerito, el aeropuerto internacional Jardines del Rey y la empresa de telecomunicaciones (Etecsa), cuyos colectivos laborales lograron dividendos en la gestión de la innovación durante el último quinquenio. Aunque en la asamblea fue calificado de insuficiente el funcionamiento de la emulación y la estimulación, se ha entregado en el territorio moronense el premio de alto impacto, el de guerrillero de la creatividad y el sello 8 de octubre, entre otros estímulos en el orden individual y colectivo.
El municipio de Morón, conocido en el ámbito nacional como la Ciudad del Gallo, cuenta con 2 mil 252 asociados en 64 comité de innovadores y racionalizadores, en los cuales están representados los 15 sindicatos, cifras que muestran decrecimiento en comparación con el 2020, primer año del quinquenio que evalúa la asociación innovadora en el proceso orgánico de su tercera conferencia nacional.
