La jornada electoral arrancó con la apertura de los más de cinco mil centros de votación y la instalación de las mesas electorales en los 18 departamentos (regiones) de esta nación centroamericana.

En el evento oficial, celebrado en Tegucigalpa, las autoridades del CNE hicieron un llamado a la participación masiva y recordaron que cada voto fortalece la democracia y sostiene la soberanía popular, frente a cualquier injerencia o intento de retroceso.

La ceremonia de apertura tuvo lugar en el capitalino Instituto Jesús Milla Selva, en presencia de la presidenta del CNE, Ana Hall, el consejero Marlon Ochoa y con la notable ausencia de la magistrada Cossette López, representante del Partido Nacional (PN, derecha).

Ha llegado el día en que los hondureños deben ejercer su derecho al sufragio para elegir el rumbo del país para los próximos cuatro años (2026-2030), afirmó Hall, del también derechista Partido Liberal (PL).

En su alocución, pidió “dimensionar correctamente las expectativas” sobre el polémico sistema de transmisión de resultados electorales preliminares (TREP), y manifestó que su nivel de avance no medirá el éxito de los comicios, porque la tecnología es solo una herramienta de transparencia entre tantas otras, enfatizó.

Recordó que los partidos políticos participantes en la contienda no deben proclamar victorias anticipadas ni promover confrontaciones.

Además, Hall exhortó al pueblo hondureño a no dejarse llevar por la desinformación, a permanecer en las mesas receptoras hasta finalizar el escrutinio y a participar de manera activa en el resguardo del proceso.

A su turno, el consejero Ochoa, del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre), señaló que la jornada inició con normalidad tras superar “obstáculos que pretendían entorpecer” la crucial cita con las urnas.

Destacó que el voto es la expresión viva de la democracia y exigió “nunca más golpes de Estado, fraudes electorales (como los protagonizados por la derecha en 2013 y 2017) o injerencias extranjeras que limiten el derecho de nuestro pueblo a elegir su propio destino”.

En la urna, valen exactamente lo mismo, el voto del poderoso y el voto del humilde, expresó el representante de Libre.

Ochoa aclaró que los datos oficiales serán brindados por el CNE, una vez se realice el conteo final de las actas, por lo que pidió a los medios de comunicación no declarar ganador a ningún candidato presidencial.

Cinco partidos participan en las generales, pero solo tres cuentan con posibilidades reales de conducir los destinos del país: Libre y el llamado bipartidismo, encarnado por nacionalistas y liberales.

Los presidenciables favoritos son Rixi Moncada, de Libre; Nasry Asfura, del PN; y Salvador Nasralla, del PL, las dos formaciones de derecha que gobernaron el país ininterrumpidamente desde fines del siglo XIX hasta enero de 2022.

Más de 6,5 millones de hondureños -de una población de 10 millones- están convocados a elegir, en una sola vuelta, al nuevo presidente (a), tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldes, 128 diputados al Congreso Nacional (parlamento) y 20 al Parlamento Centroamericano.