El nombre de Eufemio García Cordio permanece indisolublemente ligado a la historia del boxeo en Ciego de Ávila. Desde su incorporación temprana a este deporte, demostró ser un atleta disciplinado y entregado, cualidades que le permitieron abrirse espacio en la exigente disciplina del pugilismo.

García Cordio compitió en la división de 63.5 kilogramos y formó parte de generaciones de boxeadores que dieron gloria a la provincia, compartiendo equipo con figuras de la talla del campeón olímpico Armandito Martínez.

A lo largo de su carrera deportiva, participó en torneos por equipos y en cinco ediciones del Nacional Playa Girón, uno de los certámenes más prestigiosos del boxeo cubano.

Tras su retiro del pugilismo activo, se dedicó a la formación de nuevas generaciones como entrenador en la EIDE Marina Samuel Noble. Bajo su guía, los atletas avileños alcanzaron resultados notables, como un quinto lugar por provincias en los Juegos Escolares.

Más allá de sus logros deportivos, Eufemio García Cordio es recordado por su carácter ecuánime, trato afable y sentido de la amistad, manteniendo al boxeo como una de sus grandes pasiones.