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Foto: Dunia Álvarez Palacios

El juramento irrevocable de las nuevas generaciones

Rumbo al aniversario cien del natalicio de Fidel se juró preservar su legado

«En esta histórica Escalinata de la Universidad de La Habana (…) volvemos a buscar la esencia de lo que somos», aseguró la miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, Meyvis Estévez Echevarría, durante la velada por el noveno aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Ante la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recordó que, en esa casa de altos estudios, Fidel descubrió su destino y forjó su vocación revolucionaria y socialista, bajo la guía de José Martí.

Más allá de su partida casi una década atrás, le expresó, en nombre de todos los agradecidos y comprometidos: tu luz nunca se irá. No se irá de la mirada de tus jóvenes, no se irá de ningún rincón del mundo, no se irá del corazón de tu pueblo.

«Recordamos la certeza viviente de que los pueblos, cuando se levantan, pueden cambiar el curso de las estrellas», sentenció. Ese nombre –que significa “el triunfo de la esperanza sobre el miedo, de la dignidad sobre la sumisión”– deviene un campo de batalla y demuestra cómo un pueblo unido puede escribir la historia por sí mismo.

«Llegaremos a nuestro Noveno Congreso del Partido no como espectadores, sino como herederos conscientes de las batallas libradas, convencidos de que somos los guardianes de este sueño colectivo. Por eso, en medio de tensiones y desafíos, asumimos el Programa de Gobierno como hoja de ruta para la construcción del socialismo, incluso en tiempos de “economía de guerra”», convocó, con certeza en el éxito ante estos retos, como asumía el líder cada tarea.

Ante el recuerdo de su advertencia sobre la posibilidad de destruir la Revolución por nosotros mismos, y bajo la mirada del Apóstol desde una pared del Alma Mater, elevó un juramento: «no dejar morir, en su centenario, al líder que tampoco dejó morir al Maestro».

El lema Cien Años con Fidel aparecía en pantallas, estampado en algunos pulóveres e impreso desde hace tantos años en esa región del alma donde lo verdadero se escribe sin palabras.

Acompañaron el ambiente las frases surgidas aquellos días de noviembre y diciembre de 2016, cuando varios jóvenes reafirmaron la decisión de sus vidas: «Yo soy Fidel» y una multitud reunida en la Plaza de la Revolución respondió «Aquí» a la pregunta de Daniel Ortega sobre el paradero de ese padre universal para todos los tiempos.

También presidieron esta noche de evocación miembros del Buró Político y del Secretariado del Comité Central del Partido, otros dirigentes del Partido y del Gobierno, representantes de las organizaciones de masas y de la Unión de Jóvenes Comunistas. Presentes, además, integrantes de las FAR y el Minint, y familiares del Comandante en Jefe. Especialmente invitado el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura. 

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