Hay un viejo refrán que dice “el amor entró por la cocina” para graficar cuando un hombre se enamora de una mujer porque esta tiene un gran arte para elaborar comida deliciosas, pero en el caso de una joven pareja de avileños, fue la pedagogía quien los llevó a amarse y a mantener una relación matrimonial.
Estos son los protagonistas, quienes viven y trabajan en la ciudad de Ciego de Ávila.
Él es José Raúl Cárdenas Martínez, Licenciado en Educación, especialidad Biología, Doctor en Ciencias Pedagógicas, Profesor Titular del departamento de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Pedagógicas de la Universidad Máximo Gómez Báez, y coordinador de la Maestría en Didáctica de las Ciencias Naturales (acreditada de Excelencia).
Como colofón a su currículo recibió el 10 de febrero de este año la Distinción Joya de la Pedagogía Avileña.
Ella es Diana Rosa Díaz Garriz, Licenciada en Educación Especialidad Español y Literatura, Doctora en Ciencias Pedagógicas, Profesora Titular del departamento de Pedagogía y Psicología de la Facultad de Ciencias Pedagógicas de la Universidad Máximo Gómez Báez, de Ciego de Ávila y coordinadora de la carrera Licenciatura en Educación Pedagogía – Psicología (acreditada de Excelencia).
Ella fue merecedora de la Distinción Especial, que entrega el Ministro de Educación Superior, por sus méritos relevantes en el trabajo educativo, docente y metodológico en la Educación Superior en el año 2023, y lo recibió en La Habana, el 7 de febrero reciente.
Ambos tienen excelentes avales profesionales que evidencian la dedicación a la constante superación, que luego revierten en la formación de pedagogos avileños.
Diana Rosa y José Raúl están celebrando las Bodas de Porcelana, pues llevan 20 años de casados, tiempo en el cual comparten su actividad pedagógica e investigativa con la crianza de sus dos hijos: José David, de 17 de edad, y José Daniel, de 9, a quienes transmiten los mejores valores.

La historia del nacimiento y consolidación de este amor la relata Diana Rosa, la más locuaz de la pareja:
“Cuando estudiábamos nuestras carreras, simplemente nos veíamos en los pasillos como estudiantes que transitan de un lugar a otro en la universidad, en la dinámica diaria de todo universitario”.
“Una vez graduados y pasados dos años coincidimos nuevamente en la otrora Universidad de Ciencias Pedagógicas, pero en la condición de compañeros de trabajo, laborando juntos en la misma Facultad, ahí comenzamos una buena amistad que poco a poco se convirtió en amor”, cuenta ella.
“Dos años y medio de noviazgo nos permitieron conocernos mejor como seres humanos y en lo profesional, algo muy importante para tomar decisiones sabias sobre algo tan sagrado como es el matrimonio y la constitución de una familia”, afirma Diana Rosa.
En agosto del año 2005 la pareja se unió en casamiento y en lo adelante comparten por igual la crianza de sus dos hijos, las tareas del hogar, la atención a la familia y el constante afán de superación que para ellos, no tiene límite.
Diana Rosa y José Raúl se profesan un amor fortalecido por los años de unión, pero sobre todo, porque la ciencia de la pedagogía, que un día los unió, los mantiene creando, investigando, formando profesionales y aportando enseñanzas a la comunidad.
