Cada 23 de marzo, el mundo conmemora el Día Meteorológico Mundial, una fecha establecida para honrar la entrada en vigor del convenio que dio vida a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en 1950. Este organismo, que se convirtió en un ente especializado de las Naciones Unidas un año después, tiene sus raíces en la Organización Meteorológica Internacional, fundada en 1873 durante el Primer Congreso Meteorológico en Viena.
La efemérides busca destacar el papel fundamental de los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales en la protección de la seguridad y el bienestar de la sociedad, promoviendo actividades globales que abordan temas críticos relacionados con el clima, el tiempo y el agua. Para 2025, el lema elegido es: “Juntos, reduzcamos la brecha en los sistemas de alerta temprana”.
En el marco de esta celebración, el Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió sobre la urgencia de actuar frente a la crisis climática: “Las sombrías predicciones de los meteorólogos se están cumpliendo. Nuestro clima está ardiendo. Cada uno de los últimos diez años ha sido el más caluroso desde que se tienen registros. El calor de los océanos alcanza niveles sin precedentes, y todos los países están sintiendo los efectos: ya sea devastados por incendios, arrasados por inundaciones o golpeados por tormentas extremas”.
Guterres subrayó que los sistemas de alerta temprana no son un lujo, sino una necesidad vital y una inversión con un retorno casi diez veces mayor. Sin embargo, casi la mitad de los países del mundo aún carecen de acceso a estas herramientas que salvan vidas. “Es inaceptable que, en la era digital, se sigan perdiendo vidas y medios de subsistencia por la falta de sistemas de alerta eficaces”, afirmó.
Cuba: Resiliencia y desarrollo meteorológico frente a adversidades
En medio de un contexto global desafiante, Cuba ha logrado consolidar uno de los sistemas meteorológicos más robustos de la región, a pesar de las limitaciones impuestas por el bloqueo económico que ha enfrentado durante más de seis décadas.
Desde los primeros años de la Revolución, el país priorizó el desarrollo de una infraestructura meteorológica avanzada, integrada con la Defensa Civil, lo que ha permitido salvar miles de vidas y evitar pérdidas materiales millonarias.
Este esfuerzo ha contado con el apoyo de la OMM, la extinta Unión Soviética y otras organizaciones internacionales, así como con la dedicación de especialistas y técnicos cubanos, siempre bajo el liderazgo del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.
Hoy, Cuba es reconocida por su capacidad para monitorear y pronosticar fenómenos meteorológicos extremos, como los ciclones tropicales que azotan el Caribe. Incluso, sus radares meteorológicos, a pesar de su antigüedad y, las dificultades para obtener repuestos debido al bloqueo, son utilizados por profesionales de países como Estados Unidos para seguir la trayectoria de estos eventos. Este logro es un testimonio de la resiliencia y el ingenio del sistema meteorológico cubano.
El desafío actual: Menos recursos, más esfuerzo
En un escenario de bloqueo recrudecido, escasez de profesionales y una compleja situación energética, el servicio meteorológico cubano ha tenido que redoblar esfuerzos para mantener operativos sus sistemas de vigilancia y alerta temprana.
En Ciego de Ávila, por ejemplo, el Centro Meteorológico Provincial ha implementado una estrategia basada en la colaboración internacional para superar estas y otras limitaciones.
Gracias a proyectos de cooperación, la institución ha adquirido seis estaciones meteorológicas automáticas y ha recuperado otra, lo que permite monitorear, en tiempo real, siete variables meteorológicas clave.
Además, el centro ha mejorado significativamente sus pronósticos climáticos y meteorológicos mediante el uso de herramientas informáticas avanzadas. Su integración con los sistemas de reducción de riesgos de desastres en el territorio ha sido fundamental para alertar a tiempo sobre posibles afectaciones, contribuyendo a la toma de decisiones informadas por parte de las autoridades locales, no solo cuando existe la amenaza de un fenómeno meteorológico peligroso, sino también, ante eventos de sequía.
La institución avileña lleva a cabo una constante divulgación en las redes sociales, que se han convertido en un pilar fundamental de la comunicación actual. A través de estas plataformas, se comparten pronósticos y se informa sobre la situación meteorológica actual y futura, emitiendo alertas y avisos necesarios para mantener a la población siempre informada. Además, no descuidan el uso de medios tradicionales como la radio y la televisión, garantizando así una comunicación integral y accesible para todos.
Compromiso con la adaptación y mitigación del cambio climático
El Centro Meteorológico Provincial de Ciego de Ávila no solo se enfoca en la vigilancia y las alertas tempranas, sino que también participa activamente en investigaciones y acciones vinculadas a la adaptación y mitigación del Cambio Climático.
Estas iniciativas son cruciales en un contexto donde los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, y donde la preparación y la prevención son claves para reducir el impacto en las comunidades.
A pesar de las adversidades, el servicio meteorológico en Cuba sigue siendo un ejemplo de resiliencia y compromiso con la protección de la vida y los recursos. La colaboración internacional, la innovación tecnológica y el esfuerzo de los profesionales demuestran que, incluso en las condiciones más difíciles, es posible avanzar hacia un futuro más seguro y sostenible.
Aún nos queda un largo camino por recorrer en lo que respecta a las alertas que deseamos implementar. Aunque enfrentamos limitaciones, podemos sentirnos orgullosos de que, a pesar de las dificultades, no somos esa mitad desprotegida.