Cuatro décadas ha cumplido la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, una institución defensora de la diversidad y las raíces
Lo dijo su primer presidente, Gabriel García Márquez, el 4 de diciembre de 1986, el objetivo final era «nada menos que el de lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado». Ese día se inauguraba la sede –en la Quinta Santa Bárbara, en Cuba– de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, surgida exactamente un año antes. Fidel Castro, el «cineasta menos conocido del mundo», también en palabras del Gabo, estaba allí, impulsando.
Era una época en que se barajaban sueños continentales y se les hacía posibles, rememoró, este lunes, uno de los fundadores, el cineasta colombiano Lisandro Duque, en el acto por el aniversario 40 de la Fundación, al que asistieron, entre otras autoridades y personalidades, Yuniasky Crespo Baquero, jefa del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, Inés María Chapman Waugh, vice primera ministra.
En la ocasión, el titular de Cultura, Alpidio Alonso, subrayó la importancia de esta institución como espacio de resistencia, diversidad cultural y debate; así como la voluntad política del Estado cubano para apoyarla; que es –afirmó– expresión de la importancia que le da la Revolución a la cultura.
Fue un momento propicio para homenajear a quienes iniciaron, y para aquellos que se empeñan en recuperar cada día el aliento fundador –un imponderable, según refirió el Ministro–; por eso, la cineasta y profesora Verónica Córdova, en representación del Consejo Superior y del Consejo Directivo de la Fundación, dedicó mariposas amarillas (en franca alusión a García Márquez), entre otras personas e instituciones, a Fidel, al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Líder al frente de la Revolución Cubana; y a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República.
Asimismo, el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano entregó un Coral de Honor a Alquimia Peña Cedeño, quien fuera secretaria ejecutiva y directora general de la Fundación. Y también se les otorgó la Medalla Jesús Menéndez, a la fundadora Lucía Martínez Dreke; y la Distinción por la Cultura Nacional, a Verónica Córdova.
Alberto Marrero, actual director, recibió los reconocimientos que prodigaron a la Fundación, la Escuela Internacional de Cine y Televisión, y el Gobierno venezolano, representado por su viceministro de Cultura Audiovisual, Sergio Arria.
