En el corazón del sector agropecuario cubano, los productores individuales despliegan un esfuerzo constante por incrementar las producciones y contribuir a la alimentación del pueblo. Un ejemplo palpable es José Manuel Gorgoy Pérez, productor de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Máximo Gómez del municipio de Baraguá, quien con dedicación y visión de futuro ha convertido su tierra en un baluarte de la producción de plátano.

Con una propiedad de 470 hectáreas, de las cuales 253 están dedicadas al cultivo del plátano en sus variedades de fruta, burro y macho, Gorgoy Pérez ha logrado una finca diversificada donde también tienen espacio hortalizas, granos y frutales. Sin embargo, el plátano se erige como el cultivo principal y el de mayor proyección.

“Ahora queremos llegar, en cuanto al plátano, a alrededor de 300 hectáreas este año”, afirmó el productor. “Para ello, planeamos cerrar este semestre con 20 hectáreas más y, entre noviembre y diciembre, llegar a las otras 20 para alcanzar la meta”.

El compromiso de la familia Gorgoy Pérez con la tierra es una tradición de toda una vida. Desde el año 2010, han “metido el pecho” al cultivo del plátano de manera ininterrumpida, un esfuerzo que hoy rinde frutos y atrae miradas. La distinción de la finca es tal que ha merecido la visita de Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El éxito productivo se sustenta, en parte, en la introducción de la variedad FHIA-04, un clon de plátano de alto potencial productivo que puede promover rendimientos de alrededor de 50 toneladas por hectárea. Este salto tecnológico, unido a la experiencia y el trabajo familiar, es clave para lograr grandes producciones.

“Estamos enfrascados en eso, entonces ese volumen de producción incentiva que haya comida para el pueblo”, destacó José Manuel. Su visión trasciende el interés particular y se enfoca en un sentido patriótico: “Es un aporte para el país, que es comida para el pueblo”.