En este momento estás viendo Año 1977: única serie que ganó Camagüeyanos

Año 1977: única serie que ganó Camagüeyanos

Selectiva, sorprendiendo a la cátedra, que daba como favoritos al título al reinante campeón Habana y a Pinar del Río. Este último equipo fue el que más títulos Selectivos se echó a sus alforjas, con seis, seguido por Las Villas [4], aunque las escuadras orientales [Serranos, Oriente y Orientales] acumularon en conjunto siete primeros lugares. En total se dirimieron 21 Selectivas, desde 1975 hasta 1995, pero muchas de esas selecciones campeonas ni se recuerdan, no así la inesperada y contundente victoria de los agramontinos en la tercera edición de este torneo élite.
Se pudiera decir que en la contienda de 1977 [tercera Selectiva] Camagüeyanos dominó de punta a punta, pero el Habana estuvo dos días instalado en solitario en el primer lugar [venció a Matanzas 5-1 el día inaugural en la puesta de largo del estadio Victoria de Girón, el domingo 13 de febrero, y los agramontinos debutaron 48 horas después, lo mismo que Orientales, Pinar del Río y Las Villas, en tanto Industriales descansó].
Nadie contaba con ellos. Si usted mira algunos numeritos de la Serie Clasificatoria previa, ningún bateador camagüeyano quedó entre los 15 primeros, y las dos novenas de la provincia finalizaron en los lugares cuarto [Ganaderos] y octavo [Granjeros]. Sólo en el pitcheo sobresalieron, con Gaspar Legón como quinto entre los lanzadores [1.38 PCL] y Lázaro Santana en el puesto nueve [1.54].
Como nota al margen, a partir de esta Selectiva para ser champeon lanzador se tomó en cuenta el promedio de ganados y perdidos, no el de carreras limpias como había sido la tónica hasta ese momento, y para ser el líder de los bateadores se necesitaban 2,7 comparencias al plato multiplicadas por los juegos programados, un sistema que comenzó a regir precisamente ese año en la Clasificatoria de 1976-77.
Y también en este 1977 [a partir de la Selectiva que nos ocupa] se empezó a usar por primera vez el bate de aluminio en las series cubanas [en el citado choque inaugural entre Habana y Matanzas], algo que no tomaron en cuenta los entendidos a la hora de formular vaticinios. Puesto en práctica en el Mundial de Colombia 1976, se sabía que el bate de aluminio cambiaría el juego, aumentando la ofensiva.
Rodolfo Puente, por ejemplo, torpedero del Team Cuba en la citada justa mundialista, pegó un jonrón enorme en Montería, propio de bateadores de largo metraje, por encima de la marca de los 385 pies del home. Precisamente en la Selectiva de 1977 continuó empleándose el bateador designado, instaurado en Cuba meses antes, en la Clasificatoria 1976-77. En Grandes Ligas comenzó a utilizarse en 1973.
Volviendo a la Selectiva de 1977, fue el pitcheo el que puso a soñar a los agramontinos a las primeras de cambio. Jugando sus tres primeros choques del naciente campeonato, ante su afición en el Cándido González los días martes 22, miércoles 23 y jueves 24 de febrero de 1977, los discípulos de Carlos Gómez barrieron con Las Villas, apoyados en los brazos de Omar Carrero, Gaspar Legón [dio la primera lechada con bate de aluminio] y Manuel Álvarez, pollona que los encaramó en el sitial de honor, lugar de donde nunca se bajaron hasta que el torneo cerró sus cortinas.
De nuevo, ¿dominaron de punta a punta? Hay que decir que sí. ¿Algún otro equipo de Selectivas se impuso de cabo a rabo? Esa es una pregunta para los estadísticos cubanos de larga data. Orientales, que se mantuvo también invicto en sus primeras cuatro salidas, cayó en su quinta presentación, en tanto los de la tierra de los tinajones eslabonaron seis triunfos en línea antes de estrenar su casillero de derrotas.
En ese momento, en la tercera semana del calendario de juegos, Pinar del Río se colocó a media raya de ellos, sólo un día, y después de eso los agramontinos ya no permitieron que sus rivales ni siquiera se les aproximaran a un juego. Dominio avasallante que llevó al renombrado comentarista radial Bobby Salamanca a bautizarlos como “los incapturables”.
El miércoles 27 de abril, a falta de seis encuentros para finiquitar la Selectiva, Camagüeyanos, que estaba descansando, aseguró el titulo tras cruzarse Orientales en el camino de Las Villas. Poseía seis juegos de diferencia en la cúspide que matemáticamente eran insalvables para sus perseguidores. A la hora del resumen, dejaron constancia de su calidad al derrotar a todos los demás equipos en sus respectivos enfrentamientos particulares, con sendos 5-4 ante Las Villas y Pinar del Río.
Ahora vea este detalle: en la lista de los primeros 15 bateadores, Camagüeyanos incluyó a seis, y si nos vamos al pitcheo, entre los mejores once serpentineros, insertaron a cuatro. Diez en total. Como comparación, Las Villas metió a cuatro en el bateo, pero a un solo lanzador [5 en total], en tanto Pinar del Río fue la otra cara de la moneda naranja, con cinco pitchers en el top 9, pero un solo bateador en el top 15 [6 en total].
Omar Carrero encabezó a los serpentineros con siete ganados y uno perdido. Los otros lanzadores camagüeyanos que descollaron fueron Lázaro Santana, líder en victorias [9], Oscar Romero [6] y Alfredo Roque, que ganó tres y no perdió ninguno. A la ofensiva el veterano Sandalio Hernández reverdeció laureles al terminar como el sexto mejor bateador del torneo [318 de average], por encima de portentos como Pedro Jova y Bárbaro Garbey.
También contribuyeron a la causa Ángel Castillo y Eusebio Cruz [ambos con 308], Félix Booth [304], Manuel Cairo [298] y Felipe Sarduy [297]. Fue una amalgama de jóvenes y veteranos, guiados por Carlos Gómez, uno de esos escasos mentores que convierten en oro todo lo que tocan, como el Ganaderos que llevó al título en el certamen nacional de 1976.
Cuando se escriba la historia de las Series Selectivas, este combativo equipo Camagüeyanos estará en primera fila. De sorpresas agradables está lleno el pasatiempo nacional, y esta fue una ellas.
Tomado del perfil de facebook del expelotero y fotógrafo Joel Río

Deja una respuesta