Abel no es solo un profesor de Tai Chi; es un guía que, con su sabiduría y dedicación, ayuda a sus alumnos del Proyecto Alegría de vivir en Ciego de Ávila a encontrar la armonía entre cuerpo y mente. Su pasión por esta disciplina milenaria, su conocimiento profundo de sus principios y su habilidad para transmitir su esencia lo convierten en un maestro excepcional.
Abel posee un conocimiento profundo del Tai Chi, tanto en su aspecto técnico como en su dimensión filosófica. Su práctica constante y su estudio riguroso le permiten comprender la esencia de esta disciplina y transmitirla a sus alumnos con claridad y precisión.
Su paciencia, su respeto por el ritmo de cada alumno y su habilidad para adaptar las enseñanzas a las necesidades individuales hacen que sus clases sean un espacio de aprendizaje y crecimiento personal. Abel no solo enseña Tai Chi, también inspira a sus alumnos a conectar consigo mismos, a cultivar la calma y a encontrar el equilibrio en sus vidas.
Abel es un promotor de la salud y el bienestar a través del Tai Chi. Sus clases no solo se centran en el aspecto físico, sino también en el desarrollo mental y emocional de sus alumnos. Su enfoque integral del Tai Chi contribuye a mejorar la salud, a reducir el estrés, a aumentar la energía y a mejorar la calidad de vida de quienes lo practican.
Su pasión por el Tai Chi, su dedicación a sus alumnos y su calidez humana hacen que Abel sea un maestro inspirador. Su ejemplo motiva a sus alumnos a practicar con regularidad, a superar sus límites y a disfrutar de los beneficios de esta disciplina milenaria.
Abel: Un maestro que armoniza cuerpo y mente a través del Tai Chi, un guía que inspira a sus alumnos a encontrar el equilibrio y el bienestar en sus vidas.
Imparte clases los lunes, miércoles y viernes, a partir de las nueve de la mañana en el parque Máximo Gómez Báez.