Díaz-Canel encabezó un acto celebrado en el Salón Portocarrero del Palacio de la Revolución, al que concurrieron representantes de las dos naciones.
En la ceremonia, el embajador vietnamita en esta capital, Le Quang Long, agradeció el cariño, solidaridad y disposición de las autoridades cubanas para organizar y participar en una celebración tan importante.
Por otra parte, aseguró que la Revolución de Agosto y el nacimiento de la República Democrática de Vietnam tuvieron trascendencia nacional e internacional.
Su impacto, subrayó, promovió el inicio de la liberación nacional en todo el mundo, porque impulsó y creó un fuerte auge de movimientos de liberación nacional de los países coloniales en Asia, África y América Latina.
Señaló, además, que en las ocho décadas, Vietnam siempre ha apreciado la solidaridad y apoyo de la comunidad internacional, de los movimientos progresistas y los países amigos, «especialmente Cuba».
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de la nación antillana, Bruno Rodríguez, manifestó que Cuba se siente honrada de conmemorar el aniversario 80 de la Proclamación de la Independencia de Vietnam.
Agregó que lo hace imbuida de la «solemnidad y el patriotismo con que ese heroico pueblo celebra este memorable hecho, semilla de la actual República Socialista de Vietnam, diez veces más hermosa, unida, próspera y pacífica, como la soñara su gran fundador (Ho Chi Minh)».
Señaló que «Vietnam y Cuba se hermanaron en la solidaridad combativa» y evocó la «temeridad y audacia» del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien, «en la colina 241», enarboló «la bandera del Frente Nacional de Liberación a solo cientos de metros de las líneas enemigas» del pueblo vietnamita.
El Canciller también recordó que la decisión de Cuba de correr la misma suerte que el país asiático quedó patentizada en enero de 1966, cuando el propio Fidel Castro sentenció que «por Vietnam estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre».
En agosto de 1945, en Vietnam abdica el emperador Bảo Đại, poniendo fin a la dinastía Nguyễn y, así, triunfa la Revolución de Agosto.
Más tarde, el 2 de septiembre del propio año, se produjo la independencia definitiva del país y la proclamación de la República, por ello es el Día Nacional de la República Socialista de Vietnam y una jornada festiva cada año.