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Los fertilizantes Nerea contribuyen a elevar el rendimiento en los diferentes cultivos. Foto: Cortesía del Doctor Efrén Jaimez Salgado

IMRE: Un centro innovador por excelencia

Entre los resultados de 40 años de labor, destacan el microscopio de barrido por efecto túnel, con el cual se obtuvieron, en 2009, las primeras imágenes de resolución atómica en Cuba

Fundado el 1ro. de julio de 1985, el Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales (imre) es una muestra fehaciente del potencial científico atesorado por los centros investigativos adscritos a la Universidad de La Habana.

Más allá de ser líder nacional en tan importante disciplina del conocimiento, de 1999 a 2024 la entidad mereció  73 premios nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba, nueve premios del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) y 13 lauros internacionales, relación que incluye tres premios Sofia Kovalevskaya y la categoría de Centro star, conferida por la Alianza Solar Internacional al Laboratorio de Fotovoltaica, el único con esa condición en América Latina, y uno de los cinco existentes en el mundo.

Destaca, asimismo, el otorgamiento del Premio Nacional de Innovación Tecnológica 2024, y del Premio Especial del Citma al trabajo de Mayor Impacto Económico de ese propio año, al resultado Nerea-Productos y Tecnologías Innovadoras para la agricultura cubana.

En materia de propiedad intelectual, obtuvo 40 patentes de invención, registros y normas, unido a la publicación de más de 60 libros o capítulos de libros, varios de ellos en algunas de las más importantes editoriales científicas del orbe, como Springer, Elsevier, World Scientific y Reverté.

Según detalló a Granma el doctor en Ciencias Químicas Ricardo Milián Pila, director del imre desde hace dos años, la institución tiene una intensa actividad en lo referido a la formación profesional en pregrado y posgrado.

«Un alto número de estudiantes de las carreras de Química, Radioquímica, Física nuclear y Física, de la uh y de otros centros de Educación Superior del país, realizan sus prácticas y sus trabajos de tesis de diplomas en nuestras instalaciones.

«Coordinamos un programa de Maestría en Ciencia y Tecnología de Materiales, que está cerrando su décima edición, e impartimos, además, un programa de Doctorado en Ciencia de Materiales, del cual han egresado más de una veintena de profesionales. También realizamos la Escuela Internacional de Verano en Ciencia de Materiales.

«Las líneas fundamentales de investigación en la actualidad incluyen, por ejemplo, Nuevos materiales, Nanociencia y nanotecnología, Materiales para la energía y su almacenamiento, Materiales para la industria médico-farmacéutica, Aplicaciones de la tecnología láser, Materiales para la agricultura, Desarrollo de Equipos Optoelectrónicos, y Materiales arcillosos y zeolíticos, con distintas aplicaciones.

Precisó el doctor Milián Pila que, dentro de los casi 40 proyectos nacionales o internacionales en ejecución, destaca el denominado AgroSolar, dirigido a incentivar la aplicación de la energía fotovoltaica en la agricultura, así como el nombrado Valzeo, que bajo la conducción de la Fundación Universitaria para el Desarrollo y la Innovación de la uh, busca potenciar el aprovechamiento de residuos agrícolas, con énfasis en la cáscara de arroz.

Dada la prioridad concedida por la máxima dirección del país al tema de las energías renovables, es ineludible citar los trabajos relacionados con la creación de un polígono fotovoltaico destinado a la investigación y la capacitación, y el desarrollo de materiales para baterías de litio, a partir de materias primas cubanas, aseveró.

El imre cuenta hoy con 33 doctores en Ciencias, 13 másteres y 37 investigadores categorizados, lista que contempla 17 titulares, ocho auxiliares y siete agregados.

APORTES Y RETOS

Surgido con el nombre de Instituto de Materiales y Reactivos para la Electrónica, cuya misión era apoyar el incipiente desarrollo de la industria electrónica cubana, con la caída del campo socialista y la llegada del periodo especial el centro tuvo que rediseñar su campo de investigaciones, asumir nuevas líneas de trabajo, y diversificar las relaciones internacionales.

A tenor de esos cambios, en 2006 adoptó su denominación actual, aunque mantuvo la sigla original, por una cuestión de identidad.

Entre los resultados de 40 años de labor, destacan el microscopio de barrido por efecto túnel, con el cual se obtuvieron en 2009 las primeras imágenes de resolución atómica en Cuba. Fue, también, el primer equipo nanotecnológico construido en el país.

Aparecen en la relación el equipo para terapia luminosa Fototer, el espectroscopio de plasma inducido por láser, la familia de fertilizantes y sustratos zeolíticos Nerea, los productos zeolíticos zz para la purificación de agua, el diseño y construcción de pinzas ópticas para la manipulación de partículas, bacterias y estructuras biológicas, y el desarrollo de prototipos de lancetas láser para la extracción de sangre.

Pero, como señala el doctor Ricardo Milián, desafortunadamente buena parte de los productos creados en el imre no han sido aplicados por diversos motivos, y permanecen «engavetados».

«Hoy, las cosas empiezan a cambiar para bien. El mejor ejemplo es el de los fertilizantes Nerea, que, gracias a la Fundación Universitaria para el Desarrollo y la Innovación, comienza a generalizarse y a insertarse en el mercado internacional, tras una prolongada espera de más de 30 años.

Agradeció la relevante obra legada al centro por Leonel Pérez Martín, Daniel Stolik, Elena Vigil, Mayra Paulina Hernández, Ernesto Estévez Rams, Edwin Pedrero, Carlos Rodríguez Castellanos, Nancy Martínez, Gerardo Rodríguez Fuentes, Ricardo Martínez, Eduardo Pérez Cappe y Esperanza Purón (algunos ya fallecidos); verdaderos referentes para las nuevas generaciones de científicos.

«Nos enfrentamos a grandes retos en lo inmediato: lograr la permanencia en el centro de los especialistas y los técnicos jóvenes que formamos –sin duda la prioridad número uno–; mejorar la infraestructura material; e incorporar, de forma acelerada, la inteligencia artificial a nuestras investigaciones», puntualizó el doctor Milián Pila.

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