En tal sentido, el jefe de Estado exhortó a la Comisión de Política Exterior y la Junta Directiva de la Asamblea Nacional (Parlamento) a adoptar iniciativas en función de un nuevo comienzo en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.
Durante el último cuatrienio, el Gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump redobló la adopción de medidas coercitivas unilaterales, al punto de sistematizar un bloqueo económico, comercial y financiero contra el país sudamericano con el fin de generar un cambio de régimen.
Asimismo, Washington promovió el aislamiento político y diplomático del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a través del reconocimiento de un pretendido presidente encargado en la figura del diputado opositor Juan Guaidó, lo cual llevó a la ruptura de relaciones diplomáticas el 23 de enero de 2019.
El respaldo a un inexistente gobierno paralelo sirvió de pretexto a Estados Unidos y sus aliados internacionales para incurrir en el bloqueo de activos y bienes venezolanos en el exterior y desconocer la institucionalidad del Estado bolivariano.
Las autoridades de Caracas responsabilizaron además a la saliente administración estadounidense de apoyar planes y conspiraciones dirigidas a perpetrar asonadas golpistas e intentos de magnicidio en la nación sudamericana.